Raro... pero bueno (Vladimir)

Caminaba, solo caminaba, y ahora se sentía raro... Tal vez era el hecho de que ya me había acostumbrado a correr rapido, ya sea como lobo o como vampiro. Si, era raro, pero era bueno ¿no? Digo, yo nunca quise ser vampicantropa, de hecho, nunca quise ser ninguna de las dos, no me gustaba ni me llamaba la atención(aunque creo que eso es más poorque no conocía lo que eran esas dos cosas).
Pero ya no importaba, ahora tenía otra vida, y debía aprender a vivir con ella.

Según yo estaba en las calles de Forks, pero cuando vi bien ya me encontraba en el prado... Genial, pensé, necesito pensar. Me senté entre el zacate y después me recosté.

Por alguna razón había hecho un pequeño viaje a Forks, sin motivo alguno, como me gustaba hacerlo.
Caminaba por el bosque hasta llegar a un pequeño prado escondido entre la inmensidad de los bosques y montañas.
De pronto un efluvio desconocido llegó a mi, jamas habia captado un aroma igual. Me dejé guiar por ese aroma hasta que pude notar a alguien recostado en el zacate.
Me acerqué lentamente, algo indesciso.
-¿Hola?-saludé a unos metros de distancia.

Casi caía dormida, ya sentía esa relajación en mis músculos y mis párpados se cerraban cada vez más, me sentía muy cómoda y me gustaba. De hecho, ya casi estaba soñando... Hasta que percaté un olor, vampiro, me dije inmediatamente. Mi sentido del olfato era mayor que el de cualquier vampiro o licantropo, por supuesto, porque yo era vampicantropa.
-Hola - dije en un susurro que estaba segura que el me escucharía, no quería levantarme.

Me pareció haber despertado a la chica.
-Lamento importunarle-me disculpé de inmediato ya que no me gustaba cuando hacia intromisiones inoportunas. Sin embargo su peculiar aroma me impedía irme como mi educación me indicaba, por lo que me quedé ahi, sin saber que hacer o que decir.

Escuché su disculpa con una sonrisa, negué con la cabeza y abrí un ojo para mirarlo.
-No te preocupes - dije sin tutearlo, no me gustaba hacerlo y nunca lo había hecho - No debería de dormirme, de hecho, gracias por despertarme - dije sincera, ya con los dos ojos abiertos y una sonrisa dulce en la cara.
Tenía un poco de miedo, podría decirse, no veía muy bien sus ojos por lo que no sabía como reaccionaría. Algunos otros vampiros ya habían intentado morderme, nunca me atrapaban pero siempre me dejaban heridas graves, gracias a mi don que me sanaba. A algunos vampiros mi sangre les resultaba deliciosa, y sinceramente no les entendía ya que también tenía sangre licantropa. Pero vamor, a quien le importaba?

Le sonrei a la chica todo parecia estar bien pero algo no me dejaba marchar, su efluvio, era demasiado peculiar y atractivo ha decir verdad. Me acerque un poco mas con una sonrisa.
-Lamento mi falta de educacion-dije sonriente-Mi nombre es Vladimir-me presente.

Se me acercaba más, lo oía y sentía, no sabía si correr o calmarme, yo era muy psicopata. Cuando vi su sonrisa fue cuando me relajé.
-No te preocupes, yo hice lo mismo - dije sonriente mientras me paraba para mirarlo bien a los ojos y sonreírle - Yo me llamo Evelyn - recordé su nombre ¿Vladimir? me sonaba conocido, tal vez lo había escuchado de la manada, ahora volvía a dudar si era bueno o malo.

-Es un placer, Evelyn-dije sonriendo, la notaba algo inquieta, obviamente por mi prescencia.
Me acerqué un poco mas a donde ella estaba.
-¿Te molesta si me siento un rato?-pregunté mirandola.

Lo miré un rato, mordiéndome el labio inferior, pensaba en dejarlo o no. AL final me tranquilicé y sonreí.
-Adelante, hay mucho espacio para solo una persona - dije sonriente y me hice un poco al lado, indicándole que le daba espacio para sentarse.